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Pentecostés 2021
¡Qué bonita manera de quedarse Jesús entre nosotros! Sabe que no puede dejarnos solos, porque el miedo se apodera de nosotros y nos paraliza. Por eso, sus primeras palabras, cuando los discípulos están encerrados, son: "Paz a vosotros". No tengáis miedo, porque donde está el espíritu hay vida, y la vida siempre se comunica y se expande.
Al verlo, los discípulos se llenan de alegría. Y les envía a la misión, volviéndoles a desear la paz. Una paz que nos es solo ausencia de guerra, sino que es armonía, es caridad, es misericordia, es igualdad, es felicidad, es unidad.
El Espíritu nos renueva y nos llena de vida y nos quita el miedo y nos hace testigos. Porque únicamente con Él y junto a Él, con su fuerza podemos emprender la misión y llevarla a término.
Que nunca nos cansemos de hacer el bien, de ofrecer el perdón y de llevar el amor de Dios a todos los rincones de la tierra.
Hna. Conchi Castro, JST
Id y anunciad a todo el mundo
Jesús, antes de subir al cielo, se encuentra de nuevo con sus discípulos. Pero esta vez es para ponerse en marcha, para iniciar el camino del anuncio del Evangelio a toda la creación. ¡Qué tarea más grande y más bonita! Y para ello Jesús no se fija en los fallos, ni en la debilidad de los discípulos. Todo eso ha pasado ya, ahora están fortalecidos, porque cuentan con la fuerza del resucitado. Y esta nueva llamada es apremiante y tiene carácter universal: deben ir al mundo entero y proclamar el evangelio a toda la creación. Y no deben temer, porque Dios está con ellos. ¡Qué seguridad saber que Dios no nos deja! ¡Qué seguridad saber que en nuestra tarea Dios nos acompaña!
Nosotros también somos llamados a ser sus testigos. Seamos sus manos y sus pies y llevemos su mensaje a todos los rincones de la tierra.
Hna. Conchi Castro, JST
(Mc.16, 15-20)
Como el Padre me ha amado... Domingo VI de Pascua
Cuando amamos nuestro mundo se transforma, porque el amor le da sentido. Cuando una persona está enamorada hace todo lo que nunca se imaginó que podría hacer por esa persona de la que se ha enamorado; podríamos decir que el amor saca lo mejor de cada uno. Amar es descubrir que se tiene la capacidad de compartir lo que se es con y por el otro. Amar es decir “opto por ti”; es una decisión, es una opción.
Permaneced unidos a mí. Jn.15,1-8
En este mundo actual tan cambiante, en el que los compromisos a largo plazo parecen no tener sentido; en el que ante las encrucijadas de la vida se tambalea la fe, se cuestionan las opciones y se rompe la unidad familiar, social, religiosa, el evangelio de este quinto domingo de Pascua nos ofrece una clave para hacer frente a la realidad: “Permanecer unidos a mí”. Es la propuesta que nos hace Jesús: vivir y experimentar la vida que Él nos ofrece. Si “permanecemos unidos a Él”, nos mantendremos firmes y seremos capaces de superar todo, porque con Él lo podemos todo, sin Él nada.
El buen pastor Jn.10, 11-18
En el evangelio del cuarto domingo de pascua sobresalen dos figuras: el pastor y las ovejas. (Jn.10, 11-18)
Hoy nos resulta bastante ajena la figura del pastor, raramente lo vemos cuidando el rebaño. Aun así, entendemos fácilmente lo que Jesús nos quiere transmitir porque tenemos esta o parecida experiencia: Entramos en una tienda y hay dependientes que rápidamente nos preguntan, se interesan, buscan. Otros, en cambio, responden con evasivas, sin implicarse, dan la sensación de que están para dejar pasar las horas. Uno es “buen pastor”; el otro, el “asalariado”.