Un año más, en el tiempo de Adviento la Palabra nos invita a preparar el camino. Quizás nos resulte más fácil comenzar reflexionando sobre qué comportamientos allanan nuestro camino:
- Cuando nos sentimos acogidos incondicionalmente.
- Comprendidos en nuestras fragilidades e inseguridades.
- Acompañados en nuestros miedos e incertidumbres.
- Cuando nos sentimos cuidados en nuestra enfermedad y en nuestros sufrimientos.
- Cuando se nos valora el trabajo bien hecho.
- Cuando se confía y se potencian nuestras cualidades.
- Cuando la crítica, la envidia y la maledicencia no contaminan nuestra vida.
- Cuando regalamos a los demás lo que nos gustaría recibir…
Es cuando podemos poner en practica la Palabra que hoy nos invita a allanar el camino, también de los otros, de los que viven conmigo y de los que están más distantes. Desde el camino allanado podemos descubrir al Señor que llega precedido de un testigo de vida sobria y humildad sin límites, modelo a seguir en nuestra tarea de eliminar las piedras del camino, tarea para la cual, nos sentimos capacitados con la promesa de Juan: “Él os bautizará con Espíritu Santo”.
Hna. Mercedes Conde